Llena el silencio la alcoba
Y un perfume a deseo en cada rincón...
Y tu boca, parece devorar
Un tiempo perdido.
Paseándote por mis curvas
Cual escultor define la imagen a esculpir
Un deseo crece, y un aliento se deja oír.
Susurros al oído, una mirada perdida
Una mano cálida, un vaivén…
Un abrazo cubriendo mi desnudez
Dos cuerpos unidos, dejan paso
A un preludio de placer…
Me escondo en tu pupila
Mientras sellas mis
labios con tu boca.
Y como el viento levanta hojas
Siento mi cuerpo volar hacia ti
Como hiedra me agarro a tu pecho
Hasta que fundidos en uno
Cumplimos el deseo
que imaginamos ayer.
Irene
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