Pasé por tu vida como una estrella fugaz
Apenas roce tu mundo…
Más el tuyo se quedó en el mío, por una eternidad…
Me llenaste de luz, y contigo supe lo que era amar
En mi haber no quedan recuerdos innecesarios
Solo aquellos que tú me hiciste gozar
Guardo en mí, el calor de tu piel
Y si al llegar la noche, me acude el frio
Evoco al recuerdo y me abrazo a tu pecho
¡Que lo siento tan mío!...
Y me duermo en un mar de besos
Que alcanzando el amanecer
Perfuman mi aurora de tiernas caricias
¡Y con ellas, vivo el día a día, sonriéndole a la vida!
Por qué peor que haberte perdido…
Hubiera sido, no conocerte jamás.
Irene